Tratamos de evocar la nostalgia, la sinceridad de los sabores, los crocantes de las cortezas, los olores a pan bien hecho y las migas melosas y deliciosas que dieron fama mundial al pan gallego.
Buscamos la excelencia y el equilibrio de las sensaciones con una filosofía en la que prevalece la utilización de las materias primas 100% naturales, los procesos artesanales y los horneados como los de antes, todo con una idea da elegancia y estilo inconfundible para cada una de nuestros productos.
Desde la obligación a seguir la tradición, aquella que hace que las raíces marquen diferencia y no dejen apartarse del camino marcado por la fama de los panes de Compostela. No es posible volver atrás pero es vital mantener las esencias y las manos que transmitieron pan de verdad y de corazón en el oficio. Todo con sentido de la evolución y de la implicación de dejar una huella propia en lo que hacemos. El sentimiento de vanguardia con pilares de tradición.